relato del nacimiento de mi hija menor isis esmeralda

25.08.2014 22:40

isis Esmeralda, el nacimiento de una diosa.

 
El mes de agosto fue bastante incomodo, viento huracanado, frió en córdoba, la ansiedad era como miles de hombrecillos arrastrando mi cabeza a una realidad que mi cuerpo no podía contener. mi cuerpo que hacia meses, con paciencia y tranquilidad estaba gestando a este bello ser, reaccionaba mis ansias con una gripe, fuertes dolores de cabeza, debilidad, fiebre. 
mi vientre que hace tiempo aceleraba el reloj de las contracciones, a este punto comenzaba a pasar del trote al galope.
Lili me había estado visitando en córdoba varias veces antes, acompañándome, conteniendo me.
después de haber llamado a lili anteriormente con falsas alarmas. la llamo esa tarde de 23 de agosto del 2011, a las 19hr para contarle como me sentía. Lili, con su intuición de partera, decidió tomarse un remis desde capilla del monte a córdoba para ver que pasaba.
En mi casita de alto verde, con Leiv mi hijo de 4 años, en ese momento y juan el papa de mis hijos, esperamos, mientras hacíamos las tareas habituales: bañar a leiv, preparar la comida, lavar platos, acostar a leiv...
También le aviso a mi madre, que llena de miedos, aunque era mi segundo parto en casa, vino a acompañarme.
Llega Lili,tipo 10 de la noche, me ve, hace tacto,se deleita de goce, y con amor dice, 4 o 5 de dilatación falta mucho, me voy a dormir. Yo decido darme una ducha, sabia que eso en mi funciona como acelerador de contracciones, y en el baño, con mi madre, las contracciones se hicieron cada vez mas seguidas y fuertes, casi que no me daban respiro bajo esa agua tibia. mi mama me ayuda a salir del baño, estaba frió, camino hasta la habitación, con dificultad, me siento en la cama, del lado que acostumbraba dormir, junto a la ventana que daba a la calle. Le avisamos a Lili, que como todo partera, observa sin intervenir hasta que llega su turno de actuar.
Las contracciones ya eran muy fuertes, y yo obviaba todo lo poético de un parto, la suavidad, la espera, la paciencia, quería que salga ya!, no quería sentir mas dolor...., entonces comencé a pujar cada vez que venia la contracción, mi madre a mi lado, y sobre una campera de piel, cubierta con alfombras de entrenamiento para cachorros (para aprender a hacer sus necesidades),parada y sostenida de una mano de la cama, sentí con la otra que mi hija ya había coronado, sentí su cabecita a través de la bolsita, (no rompí bolso en ninguno de los dos partos), y en la próxima contracción, salio su cabeza y de a poco,deslizándose suavemente, su cuerpito, la apoye con la mano en la alfombra acolchonada con la campera de piel,Lili la agarro, me acosté en la cama y me la dio en mis brazos, muy emocionante! Isis Esmeralda no quiso tomar teta  al instante, solo mirar. La placenta todavía estaba adentro, solo después de un rato la parí. Pedí que me den una pera para comer, y al ratito una sopa. El papa corto el cordón umbilical. Me desgarre un poco pero Lili no me coció, solo me dio una tintura de calendula para poner. Pero lo mas sanador fue ponerme un pedazo de aloe vera como toallita femenina, eso al día o dos me cerro la herida y el dolor.
La compania de Lili, recomendada por mi amiga-hermana que tuvo a su nena con ella, fue muy amorosa y suave.
Isis ya cumple tres años, todavía toma la teta, es femenina, graciosa y bellisima, una verdadera diosa.
Volver